Una hada, una pequeña hada, con su pelo de color, sus ojos negros y su boquita roja, una hada, una ilusión, una alegría, con sus alas casi transparentes y su luz interior, con su inseparable mariposa, la que vuela a su lado y se olvida de su belleza para reflejarse en los ojos de su hadita buena. Cuando una amiga me propuso hacer una hada, pensé que era un nuevo reto, recordé que pocos días antes vi la película de Peter Pan, con su hadita particular, su Campanilla, con una frase muy importante para creer en las hadas, si dices que no existen un hada muere, en aquel momento pensé que seria como conseguir que las hadas vivieran en su reino, mantener la ilusión, ver su mundo e integrarme en él. He disfrutado mucho, creando estas hadas, casi todas para niñas de mi amigas y alguna que otra para hermanas y madres de mis amigos, pero me gusta pensar que son creadas para dar ilusión y alegría a quien las lleva y a quien las ve.
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